Todos los trabajadores tiene derecho a la ausencia del trabajo por fuerza mayor cuando es necesario atender asuntos familiares urgentes, como enfermedades o accidentes de personas convivientes. ¿Pero qué significa realmente esta situación y cómo afecta a su empleo?
Según la ley, un trabajador puede faltar al trabajo por motivos urgentes relacionados con familiares o personas convivientes y recibir el pago correspondiente. Generalmente equivalente a cuatro días al año, según lo establecido en tu convenio colectivo o acuerdo colectivo. Aunque la redacción legal pueda ser confusa, los tribunales han dejado claro que este permiso debe ser retribuido, independientemente de lo que diga el convenio.
Sin embargo, es importante que el trabajador justifique su ausencia al trabajo adecuadamente, por ejemplo, con un justificante médico.
Ausencia al trabajo por situación de fuerza mayor
Una situación de fuerza mayor se interpreta como una emergencia inmediata y puntual. Por lo tanto:
- Si un empleado pide el permiso porque de forma sobrevenida le han llamado del colegio de su hijo diciéndole que está enfermo y debe ir a buscarlo, la empresa deberá concedérselo.
- Lo mismo ocurre si un familiar o persona con el que convive tiene un accidente y necesita acudir al hospital de inmediato.
Pero hay que tener en cuenta que este permiso no se extiende más allá de la situación inmediata. Si el hijo del trabajador sigue enfermo en los días siguientes y el empleado quiere seguir ausente invocando este derecho, la empresa puede negarse. En este caso, la enfermedad ya no se considera imprevisible ni urgente, y deberá utilizar otras medidas, como tomar días de vacaciones o utilizar días específicos para estos casos, si lo permite el convenio.
En resumen, aunque los trabajadores tienen derecho a faltar al trabajo por situaciones de fuerza mayor, es importante entender cuándo y cómo aplicarlo correctamente para evitar conflictos con tu empleador.